La Declaración del Milenio firmada por 189 países en setiembre del 2000, los comprometía a lograr reducir la pobreza en el mundo y alcanzar mejores condiciones de vida hacia el 2015.

En septiembre del 2015, 183 países de la ONU se comprometieron a alcanzar, para el 2030, 17 objetivos que mejorarían sustancialmente la calidad de vida de las personas y del planeta, como son erradicar la pobreza en el mundo, igualdad entre hombres y mujeres, acceso universal al agua potable, menor desigualdad entre países y al interior de ellos, proteger el medio ambiente, mejores condiciones de vida y en un mundo más pacífico.

El “Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutrición en el Mundo” publicado por la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) del 2021, advierte el incremento del hambre y la desigualdad, de manera moderada aunque sostenible, con lo que se alejan las posibilidades de alcanzar los objetivos de la ONU al 2030.

Si el 2020 sufrían hambre 738 millones de personas (10% de la población mundial), en el 2021 fueron 900 millones (12%), en parte por la pandemia del COVID pero, sobre todo, por el incumplimiento de los compromisos asumidos por los países que integran la ONU.

Esta situación se agrava por la guerra entre Ucrania y Rusia, el bloqueo económico que aplican los Estados Unidos y la OTAN a Rusia y el cierre por COVID del puerto de Shanghái en China, lo que ha generado incremento de los precios agrícolas y el combustible, afectando las economías de menores recursos.

Entre los países afectados están los de la Unión Europea, que ya no reciben petróleo de Rusia ni granos para la alimentación, pero la crisis inflacionaria afecta a nuestros países en América Latina.

El Perú se ve afectado por el abandono de la agricultura y ganadería desde hace décadas y por no haber implementado políticas serias de seguridad alimentaria, como parte del modelo neoliberal que nos rige. La producción agraria de pequeñas unidades debe ser estimulada desde las políticas de Estado como parte de la consecución delos Objetivos de Desarrollo hacia el 2030. Aunque tarde, podemos avanzar.