La administración del presidente Martín Vizcarra ha tomado la mejor decisión al sacar del camino a la inepta gestión del gobernador Elmer Cáceres Llica de la lucha contra la pandemia de COVID-19, y disponer que sea el Ministerio de Salud el que tome las riendas del problema en la región Arequipa, donde todo el sistema sanitario está colapsado y la gente se ha venido muriendo en las puertas de los centros asistenciales por falta de camas y oxígeno.

El desastre de la Ciudad Blanca se veía venir desde marzo o abril, cuando la gestión de Cáceres Llica, quien anda circulando videos como eventual candidato presidencial radical, antisistemas y antiminero, no era capaz de ejecutar los presupuestos destinados a la lucha contra la pandemia que aún no se ensañaba con Arequipa. Sin embargo, en las últimas semanas los casos se incrementaron y el problema estalló en la cara a los arequipeños.

Mucho discurso, mucha pose y mucha politiquería barata de parte del gobernador Cáceres Llica, además de escándalos. No obstante, cero en gestión destinada a lo más elemental que es salvar la vida de la gente. Cómo habrá sido de incapaz el sujeto que ha tenido que ser puesto a un lado para solucionar el problema que ha sido personificado por Celia Capira, quien corrió detrás del mandatario pidiendo ayuda para su esposo agonizante que luego falleció.

El hecho de que el Ministerio de Salud intervenga en el colapsado sistema de salud regional, es consecuencia del error que cometieron los arequipeños al votar en noviembre del 2018 por un sujeto como Cáceres Llica y convertirlo en su gobernador. Todos conocían sus antecedentes. Sabían que era un cero a la izquierda, un “quemallantas”, un “tirapiedras” y un revoltoso, pero lo eligieron en segunda vuelta. Lamentablemente hay equivocaciones que se pagan con vidas humanas.

El objetivo que tendrá ahora el Ministerio de Salud debe ser salvar a los arequipeños que necesitan camas UCI y oxígeno. En las últimas horas ha llegado al pie del Misti una delegación de autoridades y médicos que tienen mucho que hacer tras el abandono y la desidia del gobierno regional, que incluso no ha cumplido con pagar al personal sanitario. La burocracia no puede ser una barrera ahora que hay voluntad de hacer las cosas y también recursos económicos para evitar más muertes.