Fuerza y ciencia

En nuestro país multiclimático, una de las pocas instituciones que apuesta por la meteorología es la Fuerza Aérea del Perú (FAP), donde estudiamos el ámbito donde se combate y apoya al país. Acá los meteorólogos brindamos la información necesaria para llevar adelante las operaciones aéreas tan importantes que la FAP realiza, desde vuelos de combate hasta apoyo diario al desarrollo nacional. Son funciones innatas.

Siendo la meteorología una ciencia horizontal, los pronósticos brindados en la paz y el combate también son útiles para el desarrollo de nuestro amado país. Por ello debemos recordar el sacrificio de los mártires y combatientes caídos, que lamentablemente ya no los tenemos para que nos narren sus valerosas acciones, y escribir el cielo de celeste y blanco en el gran libro de la nación llamado Fuerza Aérea. Cada uno de los caballeros del aire hemos escrito una hoja en este gran libro, pero nuestro compromiso está en que las nuevas generaciones lo lean y hagan sus propias páginas con valor, honor y sacrificio. Leer las exquisitas y valientes experiencias nos servirá de ejemplo para mejorar. Si no conocemos el pasado, es imposible avanzar hacia el futuro.

Este libro llamado Fuerza Aérea abrámoslo hoy y recordemos aquel 23 de julio de 1941, cuando el experto piloto, paracaidista y conocedor del clima José Abelardo Quiñones Gonzales pudo salvar su vida, pero prefirió sacrificarla y legarnos que por la patria, “hasta el sacrificio si fuera necesario”.

Sé que desde lo alto, nuestros caballeros del aire, volando sus aventureras aeronaves y evitando los cumulonimbus, estarán orgullosos de su labor al ver cómo nos hemos convertido en un arma decisiva en la defensa, instrumento de desarrollo y factor para la integración nacional. ARRIBA, SIEMPRE ARRIBA.