Los Fujimori tienen para rato en nuestra política. Keiko, como Kenji, serán actores protagónicos de nuestra política en los años venideros. Su reconciliación es más que una posibilidad y sería el camino más sensato para el fujimorismo. Hay quienes sostienen que todos estos pleitos son parte de su estrategia de posicionamiento. Entre tanto, el resto de políticos no logran consolidar un liderazgo claro. 

Las elecciones regionales y municipales próximas abren la posibilidad de que aparezcan nuevos líderes y que se refresque la clase política. Ya se perfilan algunos candidatos a la alcaldía metropolitana de Lima. Se sabe que podrían participar Reggiardo, Gagó, Zurek y Ocrospoma. También se vocean los nombres de Muñoz, Butters y Belmont. Sería bueno para nuestra democracia un debate de todos ellos en diferentes foros. Recordemos que Obras fue el primer movimiento independiente que tuvo la fuerza para ganarle al Fredemo. Belmont arrasó en Lima y puso en jaque a todos los partidos tradicionales. Luego apareció Fujimori y el resto es historia conocida. La fragilidad de los partidos y su desconexión del pueblo ha hecho que los outsiders se conviertan en los verdaderos favoritos del pueblo. El descontento de la gente frente a la clase política hace que los independientes sean los que lleven el mensaje de esperanza necesario para ganar una elección. Los partidos medirán fuerzas el año entrante y las campañas parecen haber empezado.