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En la madrugada del lunes, la Municipalidad de La Victoria, con el alcalde George Forsyth al frente y con el decidido apoyo de la Policía Nacional, ha desalojado a los ambulantes que habían tomado las calles del emporio de Gamarra y ha dispuesto su cierre por 72 horas. Nadie puede estar en contra de esta esperada medida, que debería ser el primer paso para que en esa zona impere al fin el orden y la legalidad que por décadas se han reclamado.

La recuperación de esas vías, que hasta el último fin de semana eran intransitables, tiene que ser permanente y no solo flor de un día o de tres. En décadas pasadas, hemos sido testigos de acciones similares, pero que solo sirvieron por algunos meses, pues al final siempre volvía la informalidad, el caos, la suciedad y la ley de la selva que ha caracterizado a esa zona de La Victoria, que podría ser muy bien aprovechada como un atractivo polo comercial.

Y señalo que el desalojo de los informales debe ser solo el primer paso porque una vez recuperadas las vías queda mucho por hacer. De inmediato tiene que actuar Defensa Civil, para verificar las calles y las galerías que allí funcionan, las cuales son verdaderas trampas mortales. De igual forma, debería entrar a tallar el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, a fin de evitar la explotación laboral por parte de malos empresarios, la cual es evidente.

El trabajo que ha hecho La Victoria debería animar también a la Municipalidad de Lima a intervenir de manera contundente en las primeras cuadras de la avenida Aviación, en la zona que antes ocupó La Parada, donde la informalidad, la insalubridad, la toma de calles, y más allá la presencia de reducidores, se mantienen vigentes por más que el antiguo Mercado Mayorista ya no esté desde hace unos años.

Gamarra puede tener grandes posibilidades si realmente son desterradas las taras del pasado, y los propios comerciantes formales, o los que están dispuestos a dejar la ilegalidad, deberían ser los primeros interesados en que prosperen las medidas adoptadas por la nueva gestión edil. Se ha dado el primer paso y es vital seguir trabajando para que nunca más las calles de La Victoria y del vecino Cercado de Lima sigan siendo el ícono del caos y el desgobierno que han sido por décadas.