Iván Slocovich Pardo
Iván Slocovich Pardo

Ayer, durante la audiencia para que el Poder Judicial fije si el expremier César Villanueva afronta en libertad o bajo arresto su proceso por presuntamente recibir dinero ilícito de Odebrecht a cambio de la concesión de la carretera San José de Sisa, en la región San Martín, el Ministerio Público ha dado detalles del accionar de este personaje, a quien el presidente Martín Vizcarra convirtió en su abanderado en la lucha contra la corrupción.

Recordemos que los primeros años de esta década eran los tiempos en que el delito y la sinvergüencería campeaban en muchas regiones del país. Ahí tenemos como grandes exponentes de la corrupción y la trafa a personajes como César Álvarez, Gerardo Viñas y Jorge Acurio, todos ellos hoy en prisión. Ahora se suma Villanueva, quien se las ingenió para ser premier de Ollanta Humala, y más tarde del actual jefe de Estado, quien en aquella época estaba al frente de Moquegua.

Por lo escuchado ayer en la audiencia, es evidente que Villanueva la tiene más que difícil, especialmente cuando afronte su proceso con miras a una sentencia definitiva. En su contra pesan las versiones confirmadas y reconfirmadas por los corruptores de Odebrecht ante los fiscales del Equipo Especial del Ministerio Público para el caso "Lava Jato". También tendrá que responder por el presunto tráfico de influencias en que habría incurrido para tratar de salvarse.

La situación judicial de Villanueva no puede ser positiva para el país desde ningún punto de vista, pues deja en evidencia que los peruanos que han creído en la lucha contra la corrupción impulsada por este gobierno han sido estafados por un gato colocado como despensero, por un falso valor que pontificaba de moralidad y decencia cuando tenía tremendo rabo de paja oculto bajo un "codinome" y una cara de "los corruptos son otros, yo no, yo soy honesto".

Queda pendiente una explicación del presidente Vizcarra a los peruanos ofendidos por haber tenido como paladín de la lucha contra la corrupción a quien seguramente pasará largos años en la cárcel. Hasta el momento no se ha referido a su expremier Villanueva, salvo tangencialmente en la CADE. No bastan los discursos ni las promesas de hacer frente a tanto ladrón de cuello y corbata a fin de ganar unos puntos en las encuestas. Así no vamos a ninguna parte.

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