Son diez meses de la gestión de Elmer Cáceres Llica al frente del Gobierno Regional de Arequipa y la incertidumbre reina en todos los niveles. Sigue la corrupción en la Gerencia Regional de Transportes, en Salud persisten los problemas en los hospitales y los nuevos construidos, continúa la inoperancia en Autodema, y el desgobierno es frecuente pese a cambios de funcionarios, el proyecto Majes Siguas II está entrampado y paralizado, además de otros problemas que reflejan falta de brújula y representación de quienes fueron elegidos para estar al frente de los destinos del GRA.

Lo expuesto por la prensa en los últimos meses, como Correo, sobre estos hechos y la falta de gestión fueron confirmados por el renunciante asesor Edgar Alarcón, quien expuso sobre la manera como se maneja el Gobierno Regional y donde todas las decisiones se encuentran en manos de controvertidos asesores y el gerente general, mientras Cáceres Llica se convirtió en figurativa por sus constantes ausencias a la sede principal de la Av. Kennedy.

A ello se agrega la inoperancia de gran parte de los integrantes del Consejo Regional, que olvidaron su función fiscalizadora.

El futuro de la región es incierto, en la medida que no encuentre el camino a seguir y se tengan objetivos claros que ayuden a promover las inversiones y las demandas sean atendidas de manera oportuna. Ojalá cambie esto y la gestión no sea un fracaso.