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La VIII Cumbre de las Américas concluye hoy con la participación de diferentes jefes de Estado del continente, donde dos temas marcaron la agenda: la difícil situación democrática de Venezuela y la inesperada tragedia que enluta al periodismo con el secuestro y muerte de tres periodistas ecuatorianos por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Sin embargo, un asunto importante no podía dejar de ser tratado con la importancia que merece, como es el grave problema que afecta a los diferentes países de esta parte del hemisferio: la corrupción que afecta el crecimiento económico, claro uno más grave que otro según cada realidad, empero siempre está presente.

La lucha contra este flagelo social es vital, de lo contrario, tal como advirtió el presidente del Perú, Martín Vizcarra, “está dañando la gobernabilidad democrática y la fibra moral de la sociedad, donde también el sector empresarial juega un importante papel de evitar el cohecho e incentivar la transparencia”.

Son situaciones que golpean a los diferentes gobiernos del continente y de ahí la importancia que reviste el Compromiso de Lima, denominado “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”, el mismo que considera una serie de acciones concretas que se espera puedan implementarse, documento que hoy debe ser suscrito por los jefes de Estado asistentes a esta VIII Cumbre de las Américas.

Sin duda que el camino en la lucha contra la corrupción es largo, pero hay que iniciarlo ya en nuestros países.

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