Algo extraño está sucediendo en nuestro sistema de justicia, en un todos contra todos que oscurece aún más la escena que alguien desea ocultar: enfrentados están los titulares del Poder Judicial, el Ministerio Público y ciertos miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Todo esto a escasos días de la ratificación de magistrados supremos y el inicio del juicio por el caso Lava Jato, que involucra a Ollanta Humala y Nadine Heredia, y luego a Keiko Fujimori, entre otros.

Para nadie es un secreto que la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, ha iniciado una rigurosa investigación contra Ejecutivo, que ha respondido con una denuncia en su contra por carencia de idoneidad para el cargo ante la JNJ. Es un ida y vuelta de argumentos legales en donde nadie da tregua, en el que la denuncia contra el jefe de Estado ha llegado a la subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, y la respuesta ha sido convocar a la OEA, para que envíe una misión de garantes del orden democrático.

En ese ínterin aparece la plana mayor del Poder Judicial, con Elvia Barrios a la cabeza, denunciando, entre otras cosas, la intromisión de un fiscal superior en las funciones de dicho poder del Estado. Entonces, sin decir nombre, todo apunta a Rafael Vela, quien ante los medios de comunicación propone la inhibición del juez supremo César San Martín en el juicio contra Humala por el caso Lava Jato. Su evidencia: aparecer, presuntamente, en las anotaciones de la agenda de Nadine Heredia.

Minutos antes de este suceso, el portal elfoco difunde el informe de un miembro de la JNJ sobre la investigación seguida contra Elvia Barrios, en donde resuelve su salida del Poder Judicial por la contratación de su esposo en el Jurado Nacional de Elecciones, donde tiene cierta influencia. Si bien es un documento interno, no definitorio sobre el futuro de la magistrada en cuestión, alguien lo filtró para bombardear el sistema. ¿Quiénes salen ganando con la desacreditación de nuestra justicia?