Comenzó el proceso contra los autores del frustrado golpe de estado del 7 de diciembre 2022. Ojalá el último de nuestra vida republicana. Corresponde al Poder Judicial castigar a los responsables y protagonistas de esta aventura ilegal. Pedro Castillo, cuatro exministros y tres policías han sido acusados por la Fiscalía como parte del golpe que encabezó el ex mandatario a través de un mensaje televisado para romper el orden constitucional e instaurar una dictadura. También lo hizo Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992 con un golpe que quedó impune y sirvió de modelo a Martín Vizcarra para el que perpetró el 30 de septiembre del 2019, cuando cerró el Congreso alegando una peregrina denegatoria fáctica de una inconducente cuestión de confianza presentada atropelladamente por su primer ministro Salvador del Solar. Sobre este caso hay mucho que hablar y más aún que juzgar y sancionar. El juicio oral dejará clara la responsabilidad de Pedro Castillo y sus cómplices. Y callará a quienes afirman que el golpe lo dio el Parlamento para sacar al profesor rural del poder. Esperemos una condena suficientemente disuasiva, de acuerdo a la gravedad del delito, como notable precedente para el juicio a Martin Vizcarra que como bien señalaron los magistrados del TC, Ernesto Blume, Jose Luis Sardón y Augusto Ferrero, en memorable sentencia, dejó al mandatario sin contrapeso parlamentario y en ejercicio dictatorial que permitió el mal manejo de la pandemia que colocó al Perú en el primer lugar de la mortalidad en el mundo. El Poder Judicial, en nombre del Estado de Derecho debe dar un mensaje contundente para quienes crean que el poder que el pueblo entrega es un botin. Ahora Pedro Castillo, en breve Martin Vizcarra, nadie puede jugar con los destinos del Perú.
GOLPISTAS A LA CÁRCEL, columna de María del Pilar Tello
Columna de opinión.