Ante la proliferación de personajes de todo tipo que en nuestro país difunden “consejos” y “recetas” para hacer frente al COVID-19 a través del consumo del dióxido de cloro, carne de llama, kión y demás, el Estado está en la obligación de informar a través de profesionales solventes a fin de evitar que la gente que vive en medio de la desesperación, se enferme.

Es un peligro que haya autoridades y hasta médicos que se estén dedicando a promover el consumo de sustancias que no cuentan con ningún sustento científico. El caso más escandaloso ha sido el del gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, quien se ha vuelto un promotor del dióxido de cloro a pesar de su alta peligrosidad para la salud.

La gente está angustiada, más aún si tiene a algún familiar enfermo o a punto de morir, lo que sin duda lleva a esperanzarse en productos que más bien pueden ocasionar graves daños a la salud. Es por esto que el Estado está en la obligación de hacer frente a estos cuentos que han irrumpido desde la llegada del COVID-19 al Perú.

Información es lo que falta al ciudadano de a pie, que parece estar a merced de charlatanes e irresponsables que pueden ocasionar graves daños a su salud de los peruanos.

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