Guerra por el agua

Aunque todavía no le pongamos mucha atención a la escasez del recurso hídrico, el estado de emergencia decretado por el Gobierno hace dos días por el agua en varias regiones del país, entre ellas las del norte, creo que debería comenzar a llamar nuestra atención.

Es cierto que la politiquería se roba la mayor parte del show, pero la ausencia de lluvias en la sierra, donde empiezan los ríos, ha originado problemas no solo en el sector agrícola sino también en la población.

Resulta que, en la región Piura, los agricultores han visto que sus cultivos corren el peligro de no llegar a la cosecha por la falta de agua, mientras los ciudadanos creen que, si no llueve hasta el próximo enero, no habrá recurso hídrico ni para cocinar.

Y no es que sobre el recurso hídrico en provincias como Sullana, sino que, más bien, escasea. Recuerdo que en la campaña presidencial de 2011, en uno de sus discursos, el hoy presidente Pedro Pablo Kuczynski no entendía cómo ciudades como la mencionada, con el río Chira a sus pies, no puedan tener agua las 24 horas del día. Ni yo lo entiendo.

Han pasado cinco años y no ha sido una cuestión de Estado la protección del recurso hídrico. ¿Por qué no hacer más represas para reservar el agua? ¿Por qué no apostar por la conciencia ciudadana sobre su uso? A pesar de que la población y las áreas de cultivo han aumentado, seguimos guardando las mismas métricas de agua como hace 30 o 40 años. Fue una promesa de campaña de 2011 y de este año mejorar el sistema de agua para la ciudadanía y el riego, así que Kuczynski debería cumplir su palabra y ordenar a su Viceministerio de Saneamiento, así como al área de recursos naturales del portafolio de Agricultura, ejecutar proyectos que prevengan este tipo de crisis.