La crisis por la que atraviesa el país es un motor de depresiones, pero también de tensión y de fractura. Y más aún en estos tiempos de campaña electoral en las que las disputas y enfrentamientos son pan de todos los días. Los candidatos a la presidencia han sido agresivos y han generado una peligrosa polarización, generando un fuerte crecimiento de la división entre peruanos. Se ha llegado a la situación que se reputa de enemigo irreconciliable al que no es de su misma opinión y se hace de eso un dogma.

Dentro de pocos días la gente decidirá, pero ojalá lo haga a favor de propuestas serias y de líderes que garanticen la integración y la unidad. Los individualistas y los supuestos salvadores de la Patria son nocivos. En tanto, los que continúan con su actitud avasalladora y su talante autoritario demuestran que no necesitan compañeros para hacer un buen equipo sino solo subordinados.

La clave para salir de esta grave crisis es saber vincularnos. Si el presente es puro abismo, necesitamos estar unidos para salir adelante. Algunos candidatos, principalmente los menos escuchados, han dicho que para estar fuertes “hay que buscar la unión de los peruanos y encontrar los puntos de coincidencia para armonizar entre todos los peruanos”.