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En las elecciones del año 2000 Fujimori ganó, pero solo logró 54 curules; entonces comenzó la campaña para reclutar congresistas.

Uno de los operadores fue Luis Cáceres Velásquez, quien había ganado una curul por el Frepap.

Tito Chocano y yo habíamos ganado por Somos Perú, era la mañana del 23 de mayo del 2000 y recibimos la visita de Cáceres en Tacna. Nos citó al Hotel de Turistas para conversar; nadie sabía aún que ya operaba para Fujimori-Montesinos.

Cáceres dijo lo siguiente: “Amigos, es imposible pelear contra Fujimori. Yo y mi hijo ya nos hemos pasado a Perú 2000, que en este momento ya tiene 60 congresistas, pero si contamos con ustedes, tendremos mayoría absoluta”.

Nos quedamos sorprendidos, pero lo que vino después fue de antología. “Tengo la autorización de Fujimori y Montesinos para ofrecerles 250,000 dólares para cada uno y 10,000 dólares mensuales para que se pasen al fujimorismo”, añadió.

Me paré de la mesa inmediatamente y le dije muy serio: “Yo no entro en esta porquería”. Chocano se paró y dijo: “Qué pasa, Lucho, hay que tener dignidad, hombre” y nos retiramos.

A la semana siguiente, hice la denuncia en el Congreso y esa madrugada mi casa fue asaltada. Cuatro hombres con pasamontañas llegaron en una camioneta sin placas, rompieron la puerta y solo se llevaron mi computadora; mi esposa y mis tres pequeñas hijas estaban en el segundo piso muertas de miedo.

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