Contra el reloj. Así es la presente campaña con miras al proceso electoral del 26 de enero del 2020 y que determinará la nueva conformación del Congreso, que funcionará casi un año y medio. En los últimos días, y una vez concluida la inscripción de los partidos políticos en estas justas democráticas, se descubrió en las listas a ciudadanos con un pasado nada claro y que tuvieron y enfrentan problemas con la justicia, además de detectarse a otros con marcada influencia violentista e incluso vinculados a grupos terroristas que causaron dolor y muerte al país.
Hoy, quienes años atrás alzaron las armas o colocaban bombas para despedazar cuerpos de autoridades e inocentes pobladores que no compartían su ideología de sangre, se infiltraron en partidos para llegar e integrar el nuevo Parlamento.
En estos aproximadamente 2 meses que quedan para acudir a las urnas, será de mucha importancia conocer y saber el pasado de cada uno de los postulantes para no incurrir en el error de anteriores oportunidades.
Revisar las hojas de vida o hacer pública la trayectoria de estas personas que no deberían ser parte del futuro Congreso será responsabilidad de todos, permitiendo escoger las mejores alternativas y propuestas. Así, además, se contribuirá con acabar las amargas experiencias de tener siempre un Poder Legislativo con cuestionable labor.
Como dijo Winston Churchill: “Cada pueblo tiene a los gobernantes que se merece” y hoy el Perú, que va camino a celebrar el Bicentenario de su Independencia, necesita a los mejores congresistas.