Hoy son 57 días del paro que acata el valle de Tambo, Islay-Arequipa, en rechazo al proyecto minero Tía María, dejando lamentables resultados: 5 víctimas (3 de manera directa, 2 manifestantes y un efectivo PNP, además de 2 indirectos que fallecieron por infarto), 65 millones de dólares en pérdidas en la agricultura, 10 millones de dólares invertidos para movilizar a más de 7 mil efectivos policiales y de las Fuerzas Armadas (entre rotaciones y cambios) y a medida que pasa el tiempo las cifras aumentan.

¿Hasta cuándo se mantendrá la medida de fuerza que tiene en zozobra a Islay, a Arequipa y el país?

Los esfuerzos para restablecer el diálogo fracasaron, empero en la semana que hoy se inicia el Ejecutivo debería asumir el problema de manera más directa y sería bueno que el premier, Pedro Cateriano, cumpla su palabra en la medida de sus declaraciones vertidas días atrás: “iré las veces que sea necesario a Arequipa para reunirme con los representantes de los manifestantes y buscar una solución”.

El gobierno tiene que empezar a tener mayor presencia en el valle de Tambo y tender los puentes necesarios para conversar con las autoridades y promotores de la protesta, donde las diferentes posiciones se consideren en la agenda y que permitan la apertura del diálogo.