Los últimos sucesos, en los que una joven huancavelicana a punto de dar a luz recibió un mal trato en un hospital de Huancayo y las muertes de gestantes, han puesto sobre el tapete la penosa situación de la salud en la región Huancavelica.

El traslado de la adolescente desde el distrito de Surcubamba, provincia de Tayacaja, hacia Huancayo, Junín, se debió a que era la ciudad más cercana que contaba con un hospital con capacidad para atender emergencias complejas. El asunto es que el nosocomio de Surcubamba está en completo abandono y no cuenta con equipos como una incubadora y unidad de cuidados intensivos que la paciente requería.

Ante estas carencias, el gobernador regional, Glodoaldo Álvarez, culpa a las gestiones anteriores, demostrando su incapacidad para solucionar los problemas, tal como prometió cuando era candidato.

“Clodo” parece que no sabe que todo líder debe asumir que las condiciones heredadas por otros gobiernos y gestiones dejan de ser una carga para convertirse en los retos a superar y la encrucijada con la cual uno debe lidiar y vencer. Y si no ¿para qué postuló a un cargo tan importante? .

Los gobernantes regionales deben tomar decisiones ejecutivas para que sus pueblos vivan mejor.

Ahora, Álvarez ha sido elegido presidente de la Mancomunidad Pacífico Centro Amazónica (PCA), en la que se unen regiones como las de Lima, Junín, Pasco, Ucayali, Huancavelica, Huánuco, entre otras.

Esperamos que este importante cargo le dé protagonismo y jerarquía a Glodoaldo para gestionar proyectos para la Mancomunidad, pero principalmente para Huancavelica, que es la región más pobre y golpeada del país.