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El ministro de Economía ha anunciado que planea relanzar las zonas económicas especiales con un nuevo marco regulatorio. La sorpresa es que esto se haría con el ánimo de favorecer a la empresa Huawei. Su idea -ha dicho- es que se instale en el Perú una planta de ensamblaje de teléfonos de dicha empresa. El ministro ha adelantado que ya ha conversado con el consorcio chino Cosco Shipping. Por otro lado, nos enteramos por la prensa de que Rusia ha decidido abrir en nuestro país un centro de mantenimiento de aeronaves militares y civiles para dar servicios a toda América Latina, incluida Venezuela. Estos dos hechos ocurren luego de que el secretario de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, Mike Pompeo, pidió a los gobernantes de América Latina ser cautelosos en sus relaciones con China y con Rusia. El gobierno de Martín Vizcarra parece haber elegido a sus aliados y decidido su camino. En tiempos de guerras comerciales y tensiones diplomáticas, decisiones como esas son trascendentales. Entre tanto, se avecina una fase de mucho mayor enfrentamiento entre el presidente Vizcarra y los parlamentarios, la que podría terminar -si las cosas siguen como van- con el cierre del Congreso o con la vacancia del Presidente. Por último, algunos gremios empresariales llevan adelante una campaña de miedo para que el Presidente no aumente la remuneración mínima vital pese a que esta sigue muy por debajo de la canasta básica familiar. Nada prometedor el futuro inmediato.