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Cada proceso electoral -sea regional, municipal o general- siempre afecta la inversión pública y las cifras son negativas al congelarse gastos programados para un determinado periodo.

Sin embargo, de acuerdo con un reciente informe divulgado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), este aspecto presentó una recuperación en octubre creciendo 30.2%, muy contrario a lo presentado en agosto y setiembre; durante dicho periodo, el ritmo era muy lento con cifras negativas de -15.2% y -11.4%, respectivamente, influenciado en parte por la incertidumbre política y la coyuntura actual, que afecta la estabilidad del país.

Pese a las mejoras de octubre, las circunstancias no son del todo buenas y favorables; ya que respecto del gasto general en lo va el año, faltando dos meses para concluir, apenas se llega al 47%; ni siquiera se pasó el 50%. En este contexto, las regiones se constituyen como las más deficientes, al aportar muy poco.

Esta situación preocupa y, por tanto, antes del cierre financiero del presente año se espera mayor dinamismo en el gasto responsable de gobiernos locales y regionales, además del central. Ello a través de diferentes sectores, donde se ejecuten presupuestos dentro de lo establecido para no afectar la culminación de proyectos y estos no pasen a devengados para el 2019.

Asimismo, se espera que los procesos de transferencia de gestión en municipios y regionales, durante noviembre y diciembre, no afecten la inversión pública prevista; además, que las nuevas autoridades, las cuales asumirán sus cargos el 1 de enero, no pierdan el tiempo y desde el primer día trabajen en la continuación de las obras en ejecución.