La incertidumbre generada por la posibilidad de que el ganador de la segunda vuelta haya sido Pedro Castillo, quien hizo campaña ofreciendo estatizaciones, nacionalizaciones, expropiaciones, reforma agraria y poner al Estado a intervenir la economía y con todo eso hundir al Perú en la miseria, ya está pasado una dura factura al país.
Ayer el diario Gestión ha informado que al menos 13 mil millones de dólares en ahorros de empresas y personas naturales, han sido retirados del sistema financiero peruano para ser llevados a bancos del exterior o ser escondidos “bajo el colchón”, ante la posibilidad de que esa plata sea confiscada por un eventual gobierno “marxista-leninista”.
Tengamos en cuenta que el plan de Perú Libre con el cual postuló Castillo, contempla barbaridades económicas como las mencionadas, las cuales han sido apenas desmentidas en los últimos por el “invitado” Pedro Francke, del equipo económico del candidato presidencial, quien no termina de ser aceptado por los “duros” del partido del lápiz.
Las indefiniciones de Castillo, quien sigue atado al plan comunista, ilegal y cavernario de Vladimir Cerrón, están costando muy caro a todos los peruanos, lo que tendrá implicancias en el bolsillo de los más pobres.
Y eso que el profesor no ha sido ni siquiera proclamado ganador de los comicios.