Desde el inicio de este gobierno se ha mencionado la posibilidad de que PPK indulte a Alberto Fujimori. La primera pregunta que nos deberíamos hacer es por qué debería el Presidente otorgar esta gracia. La única respuesta que justificaría esta decisión no es otra que buscar una reconciliación nacional. Es claro que el terrorismo y la erradicación del mismo durante el gobierno de Alberto Fujimori nos dejó heridas que aún no terminan de sanar, pues se han trasladado a las nuevas generaciones. De hecho, la confrontación entre el Ejecutivo y el Legislativo es una muestra viva de que todavía no hemos dejado atrás todo ese dolor.

PPK no se equivoca cuando afirma que el indulto de Alberto Fujimori no debe ser político, es decir, no debe ser la consecuencia de las presiones de Fuerza Popular o de los hijos del expresidente. Mucho menos puede ser una manera de congraciarse con la oposición para facilitar su gobierno, ni tampoco parece justificarlo el hecho de que el expresidente tenga problemas de salud o una avanzada edad, ya que existen presos que cumplen con estas condiciones y que continúan pagando su condena.

La razón que justifica este indulto es que sirva para sanar las heridas que nos dejó el terrorismo y la lucha para erradicarlo. Para sanarlas se necesita perdonar. Sin perdón, no nos desprendemos del odio ni del rencor, y con ambos no se puede pensar en un consenso social que nos permita construir un mejor país para todos.

Una reconciliación nacional requiere que PPK dé este paso. Pero además debemos entender cuáles serán las posibles reacciones. Debemos caer en cuenta de que Alberto Fujimori en libertad se convertiría en un actor político muy relevante, a pesar de su estado de salud y de su edad, e incluso con Keiko manteniéndose como lideresa del partido.

Si vemos la trayectoria de Alberto Fujimori, pareciera que, a su manera, buscó el desarrollo del país por lo que podemos presumir de su buena disposición, lo que debería lograr un cambio en el actuar de Fuerza Popular o una posible división y debilitamiento del partido.

PPK no debería aplazar más su decisión, ni descartar reunirse con Alberto Fujimori para ver su disposición a mejorar la gobernabilidad del país y ayudar a la reconciliación nacional. Esta es la clave y la única justificación del indulto. De no ver esta predisposición en el expresidente debería descartar esta acción y no mencionarla más en el resto de su gobierno.