El 66% de los peruanos cree que la razón por la que el COVID-19 no está controlado en el país es la irresponsabilidad de los ciudadanos que no cumplen con las disposiciones del gobierno (encuesta IEP, agosto 2020). Es decir, los ciudadanos nos culpamos a nosotros mismos (o al resto) por actuar con imprudencia y esparcir el virus.

Pero ¿a quién percibimos como un ‘ciudadano irresponsable’? ¿Por qué hay quienes actúan de manera irresponsable? Nadie se contagia a propósito (excluyamos aquellos actos puntales de irresponsabilidad objetiva como las ‘fiestas Covid’). Nadie busca contagiar a sus seres más queridos adrede. ¿Hemos considerado la posibilidad de que, quizás, no es que seamos irresponsables, sino que no estamos bien informados?

La información es confianza. Y si hay algo que el gobierno no ha estado haciendo de manera efectiva, es proveer a la ciudadanía de la información que se necesita para poder sobrellevar estos tiempos con tranquilidad.

Solo en las últimas semanas se ha empezado a pedir al gobierno, desde distintos espacios, que priorice la implementación de una campaña comunicacional masiva sobre la prevención. Hasta ahora, el gobierno ha fallado en esta tarea tan elemental. La difusión comunicacional en torno a la educación sobre la prevención se ha llevado a cabo de manera intermitente, de manera poco articulada, y con cada ministerio lanzando sus propias campañas. Esta es una pata de la que ya no se puede cojear. La primera responsabilidad del Estado es educar. Proveer información. Darnos las herramientas para existir con confianza.

El Estado tiene que podernos informar hasta el cansancio sobre las medidas de prevención y salubridad. No subestimemos el poder de la información, ni de la importancia de que el gobierno logre, efectivamente, transmitir dicha información a la población. Esta pandemia se vence con un pueblo informado, y un gobierno que informa.

TAGS RELACIONADOS