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Representan un peligro para los estudiantes. Así de concluyente es el informe divulgado esta semana por la Defensoría del Pueblo respecto de 53 colegios en Lima y Callao. No obstante, ello solo refleja la triste realidad de gran parte de instituciones públicas que se ubican en las regiones más modernas; así que uno puede imaginarse cómo están aquellas del interior del país donde la misma figura se repite.

Estamos a 40 días del inicio del año escolar -previsto para el 12 de marzo próximo- y las labores de mejoramiento en locales que son un riesgo para los escolares avanzan de manera lenta; en estos, hay aulas calificadas de alto peligro con techos inapropiados, cercos perimétricos destruidos, servicios higiénicos en pésimas condiciones y otras deficiencias que merecen ser atendidas a la brevedad posible por el Ministerio de Educación (Minedu), a través de su Oficina de Programación Multianual y del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied); pues -como señala Defensoría- es su responsabilidad.

En algunos casos -como en las IE de los distritos de la provincia de Caravelí (Arequipa) y algunas de Ica, afectadas por el terremoto de 6.8 grados del 14 enero-, la situación es bastante delicada.

La totalidad de locales en dicha jurisdicción han sufrido serios daños y -según advierten los reportes de Defensa Civil- necesitan ser construidos nuevamente.

Las clases iniciarán en breve y se requiere darle mayor acción a este trabajo de atención a los locales escolares, pues no se puede exponer la integridad de los menores que hoy en día gozan de sus vacaciones. Atentos a los tiempos.

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