El jueves 22 de febrero de 2018, pusimos en la portada de Correo la palabra “Otorongada” para dar cuenta que el Poder Ejecutivo, en ese momento aún en manos de Pedro Pablo Kuczynski, había observado la llamada Ley de Fortalecimiento de la Contraloría, que por iniciativa del propio Congreso impedía que el auditor de las cuentas del Poder Legislativo sea nombrado por el ente de control como en el resto de las entidades públicas.
Esta “excepción” permite que el auditor sea “hombre del Congreso” y no “de la Contraloría”, que es un ente técnico y autónomo. Si bien, la norma fue observada por PPK, más tarde fue aprobada “por insistencia” por los congresistas. Lo extraño fue que días después, el flamante presidente, Martín Vizcarra, convocó al titular del Legislativo para ponerla en vigencia desde Palacio de Gobierno, con bombos y platillos.
Esa “otorongada”, tal como lo dijimos desde el primer momento, es insostenible. Es como decir: “Yo te doy el trabajo para que me fiscalices, pero recuerda que así como te di el empleo, también te lo puedo quitar si no me gusta lo que haces”. ¿Así se buscar la transparencia? ¿De esa manera quieren que los peruanos confiemos en una entidad de por sí desprestigiada y rechazada? ¿Qué corona tiene el Parlamento para tener su propio auditor?
Hoy han surgido algunas voces desde diferentes bancadas que piden derogar esa norma. Lo irónico es que algunos de los que hoy se quejan, en su momento aprobaron sin chistar la ley que exceptúa al Congreso de fiscalización a cargo de un funcionario externo. ¿Buscan el aplauso de la tribuna y de los tuiteros? No nos dejemos sorprender por esos repentinos “indignados”.
Por su propio bien, el Congreso debería dar marcha atrás y aprobar una modificatoria a la ley aprobada y aplaudida por el presidente Vizcarra, para que al igual que todas las entidades públicas, el Legislativo sea fiscalizado como se debe y dé un gran ejemplo de transparencia y manos limpias, en medio de las dudas que ese poder público viene sembrando hace años entre los peruanos. ¿O es que existe la intención de ocultar algo?