La universidad es una comunidad educativa a la cual corresponde crear conocimiento para contribuir al desarrollo económico sostenido y humano. Por ello, además de formar buenos profesionales, investigar y desarrollar transferencia social, científica y tecnológica, le concierne favorecer proactivamente la construcción de ciudadanía, valores, democracia y nación en general. No obstante, llama la atención que en los últimos tiempos la mayoría de las universidades de nuestro país no esté presente en el debate público con una perspectiva de análisis, reflexión, incidencia y propuesta.

¿Qué observan y plantean sobre la corrupción y la ética pública, la inseguridad ciudadana y la criminalidad, así como sobre la reforma electoral o, por ejemplo, el voto preferencial y la unicameralidad vs. la bicameralidad? ¿Cómo observan y qué sugieren sobre la productividad y el crecimiento económico, los gobiernos regionales y el ejercicio de sus competencias, la tecnocracia gobernante y la política, la igualdad de género y la violencia contra la mujer, la reconstrucción de las zonas afectadas, la salud pública y la seguridad social?

En el campo educativo no se conocen pronunciamientos con planteamientos institucionales, por ejemplo, sobre el nuevo currículo de la educación básica, la formación inicial y en servicio de los educadores profesionales, los cambios e implementación de la carrera pública del magisterio, la solvencia técnica y eficaz de la descentralización educativa, la calidad de la gestión presupuestal en el sector, así como la educación rural, la interculturalidad y el bilingüismo. Que la cercanía de las Fiestas Patrias sea propicia para una reflexión que permita a la universidad peruana ocupar el espacio que le corresponde en el debate de la agenda nacional.