La noticia corrida por los medios de prensa internacionales acerca de la reciente reunión secreta en Kabul, entre el director de la CIA, William J. Burns, y el líder político de los talibanes, Abdulghani Baradar, por supuesto que no ha sido solo sobre el proceso de evacuación de ciudadanos afganos que por ninguna circunstancia desean permanecer en el país, ya dominado por los insurgentes.

Lo más probable es que el máximo funcionario de la inteligencia estadounidense en el planeta haya advertido a Baradar sobre el asunto del respeto a los ciudadanos en adelante, recordando que EE.UU. no avalará a ningún régimen en el país que tire por la borda gran parte de lo conseguido en materia de derechos humanos en los últimos 20 años. Ahora bien. No es que para Washington, un encuentro de esta naturaleza con los Talibán, sea un hecho nuevo. Nada de eso. Si hay algo cierto es que los Talibán conocen muy bien a EE.UU y saben de memoria acerca de su poder de reacción como hegemón del mundo.

En el fondo, cualquier acto por el cual los Talibán sean desnudados incumpliendo el acuerdo a que llegaron con el gobierno de Donald Trump, en noviembre de 2020, sobre el plan de retirada de las tropas estadounidenses del país, es que los Talibán aflojando y pateando el tablero, al crear un escenario de violencia descomunal como en el pasado, y pretendiendo ridiculizar a EE.UU., podría salirle todo al revés.

Ello explica por qué los Talibán se vienen esforzando en pregonar a los cuatro vientos que no volverán a practicar reglas draconianas como en el pasado. Con lo anterior, será demasiado torpe que los Talibán tiren por la borda todo lo que han conseguido pues saben bien de que cualquier acto de violencia en el país, será directamente achacado al gobierno de Joe Biden que, ante un escenario de esas proporciones, podría volverse contra sus propias decisiones iniciales con tal de no ser impactados políticamente con las imputaciones, tal como los viene haciendo Trump. El viaje del jefe de la inteligencia estadounidense, entonces, no ha sido solamente por la evacuación de los afganos aliados de Washington.