El refrán “el infierno está empedrado de buenas intenciones” podría graficar de manera exacta lo que ocurrió durante el primer día de la jornada nacional de vacunación 2020.

En todo el país, las largas colas de personas desesperadas por lograr la inmunización contra distintas enfermedades sumadas a la poca, y tardía, información del Ministerio de Salud fueron las constantes en los centros habilitados para la campaña.

La alerta nacional por los casos de difteria solo ha servido para volver a mostrar que el Minsa y las autoridades de todos los niveles del Gobierno no son capaces de organizar una campaña de vacunación ni de comunicar efectivamente que, además de esta jornada, a nivel nacional hay centros de vacunación que atienden todos los días, de manera gratuita, solo bajo previa cita.

Ahora, si pasa esto con enfermedades que ya tienen vacunas desde hace mucho tiempo, no está de más que nos preguntemos cómo será la logística y la organización cuando empiece la vacunación contra la COVID-19.

Esperamos que, con el caos de este fin de semana, las autoridades tomen mayores previsiones para evitar cualquier eventualidad y garanticen la salud de la población.