Luego de escuchar los alegatos de los procuradores del Ejecutivo y Legislativo, el pleno del Tribunal Constitucional (TC) se pronunciará sobre la demanda competencial contra la vacancia presidencial, que quedó al voto.
El TC dilató mucho una de sus tareas más importantes: interpretar y dar los alcances de la norma constitucional sobre la vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. Ante la falta de claridad al respecto, el Congreso vacó al presidente Martín Vizcarra casi a ciegas, generando una crisis política sin precedentes en nuestro país.
Es momento que el TC defina con ideas claras y contundentes el significado de “incapacidad moral permanente” para que los poderes Ejecutivo y Legislativo actúen de acuerdo a ello. Haberle dado una velocidad paquidérmica a este asunto solo ha traído incertidumbre e inestabilidad en el país. La gente ya no puede esperar más pronunciamientos vacilantes. Las dudas solo originarán que unos y otros caigan en la típica reacción de hablar mucho y, a veces, desmedidamente sin conocer los detalles más importantes. Es evidente que cuanto más y mejor se conozca de este tema se actuará de forma correcta.
No resolver la demanda competencial presentada por el Ejecutivo dejó una consecuencia no tan perceptible, aunque no menos trascendente: el hecho que no haya respuestas rápidas para algo tan básico como el funcionamiento del Estado de acuerdo a la Constitución.