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En época electoral, los medios y los políticos se enfocan en las necesidades de la población, buscando plantear soluciones a estos problemas y compromisos que logren seducir a los ciudadanos para lograr sus votos. Este es un ejercicio interesante, pues permite una sensibilización y una toma de conciencia de cuáles son las necesidades más importantes. Sin embargo, una vez iniciado el periodo de gobierno, tanto políticos como medios parecen desconectados de estas necesidades, y enfocan la discusión y cobertura periodística a situaciones específicas que si bien son importantes, no son las de fondo.

Pareciera que el Gobierno está avanzando, como se muestra en la larga lista de acciones destacadas en el “Resumen de los avances y logros en los 100 primeros días”, presentado por el Presidente y el Premier el miércoles pasado. Es lamentable que estos temas no estén incluidos en la discusión mediática y política de todos los días. No dudo de lo importante que es dejar al descubierto y deslindarse por completo del exasesor Moreno, o que se cuestionen las nominaciones del Sr. Chlimper y del Sr. Rey al directorio del BCR; sin embargo, la inseguridad ciudadana sigue siendo el mayor problema de la población, y esta no percibe que el Gobierno esté haciendo lo suficiente, como lo demuestra la última encuesta de Ipsos, en la que se ve con claridad que la principal razón de desaprobación del gobierno de PPK es su falta de preocupación por este tema (29%), y la segunda, la percepción de corrupción dentro del Gobierno (27%), a pesar de haber aprobado la ley de “muerte civil”.

El Gobierno debe invertir tiempo y energía en comunicar los logros reales que está teniendo, mostrar con claridad los avances y los beneficios directos de estos en aquellos temas que son relevantes para los peruanos. PPK y sus ministros deben poner en la agenda informativa del país los avances que el Gobierno realiza y que los medios -por su lado- tengan una actitud crítica pero receptiva para juzgar esta información con claridad y objetividad.

Esta relación entre los medios y los políticos termina mostrando la evidente desconexión con respecto a las preocupaciones de todos los que formamos este país. Hagamos el esfuerzo de cambiar la discusión y poner en agenda lo relevante. El no lograr esto solo hace que la población se vuelva cada vez más escéptica frente a los beneficios de la democracia.