A dos meses y medio del inicio de la emergencia por la pandemia que viene costando miles de vidas, nuestra economía se encuentra por los suelos a niveles históricos, algo que sin duda costará mucho recuperar, pues aparte de la problemática sanitaria que de por sí golpea al planeta, en el Perú el panorama político y electoral de momento no ayuda a ser muy optimista.

El Instituto Peruano de Economía (IPE) ha precisado que nuestro PBI podría caer este año hasta en 15,8%, lo cual de por sí es trágico, a lo que habría que sumar que en breve entraremos a una peculiar campaña electoral, en la que el populismo y el clientelismo parece marcar la pauta. El accionar del actual Congreso nos está trazando un panorama de la “tendencia política” que podría primar.

El Perú posterior a la pandemia, necesitará del esfuerzo de todos y en especial del sector privado y las empresas, a las que se debe brindar todas las facilidades y seguridades para poder empezar a trabajar y generar empleo, sin descuidar el aspecto sanitario. No hay otra receta para superar los números que tenemos hoy, y que no se irán de la noche a la mañana, y menos con populismo y demagogia.

De otro modo, habrá más pobreza, anemia, violencia en las calles y aún más desigualdad.