En su presentación en el Congreso, el Primer Ministro expresó que se busca posibilitar el retorno a la presencialidad en las mejores condiciones de bioseguridad e infraestructura (sin precisar el plazo para que los 53 mil locales escolares estén listos), atención integral a la primera infancia, el soporte y fortalecimiento al docente del ámbito rural y de los pueblos originarios, pago de la deuda social a los docentes (se destinará mil millones de soles), aseguramiento de la recuperación y consolidación de aprendizajes, innovación y conectividad educativa, así como impulso a la educación técnica y superior. Todo esto de manera general y sin precisar cómo hacerlo.

Afirmó que antes de fin de año estarán vacunados aproximadamente 630 mil docentes y no docentes de la educación básica. ¿Y los de la educación superior? Dijo también que para el 2022 se cuenta con S/ 1,151 millones ya aprobados por el MEF(lo cual es un % bajo en relación al PBI). Entre otros, para dotar a los escolares de 300 mil tabletas más, la ampliación de 10 mil vacantes para estudiantes en universidades públicas y para implementar con conectividad y laboratorios digitales estos centros de enseñanza.

“Revalorizaremos la carrera pública docente” expresó. Coincido en que se debe garantizar el bienestar de los maestros con mejores remuneraciones (¿Cuándo?) y aumentar el porcentaje de docentes nombrados. La gran preocupación surge cuando plantea que para el efecto se modificará la “Ley de la Carrera Pública Magisterial”, lo cual podría afectar los concursos para nombramientos, ascensos y acceder a cargos directivos. Es decir, podríamos estar ante una desactivación de la “reforma magisterial” que está basada en capacitaciones, evaluaciones y aumento de haberes en base a méritos. La cual es una política educativa de Estado para fortalecer la profesión docente y la calidad educativa.