Si hacemos el ejercicio de llevar al 11 de abril la foto del momento plasmada en la encuesta de IEP publicada el domingo, en que Yohny Lescano (Acción Popular) y Verónika Mendoza (Juntos por el Perú) aparecen punteros, estaríamos ante un escenario de terror en que las dos opciones que pasarían a segunda vuelta serían de izquierda populistas y retrógradas, que a la larga podrían generar un daño descomunal al país que se sumaría al generado por la pandemia.
Lescano podrá ser de AP, una agrupación que a muchos trae a la memoria la figura del arquitecto Fernando Belaunde, siempre en el centro del espectro político. Sin embargo, el candidato de la lampa es de la facción “zurda” del acciopopulismo. Es más, de no ir arropado por la marca del viejo partido del Paseo Colón, el exlegislador bien podría contarse entre las variantes de la izquierda personificadas por Mendoza, Marco Arana, José Vega y Pedro Castillo.
El actual candidato de la lampa ha estado 19 años en el Congreso, siempre con su discurso para las tribunas y carente de sustento técnico. A propósito, habría que ver quiénes conforman en equipo de trabajo del candidato, especialmente en materia económica. Muchos de los disparates populistas que ha lanzado Acción Popular en el actual Legislativo, provienen precisamente de la facción de quien IEP coloca en el primer lugar de las preferencias.
En el segundo lugar está Mendoza, la aliada de Vladimir Cerrón, la ex mano derecha de Nadine Heredia, la que no descarta usar la “maquinita” para imprimir billetes y regalarlos a manos llenas, la que sueña con el Estado empresario y sigue creyendo que Venezuela y Cuba son paraísos de bienestar, libertades, respeto a los derechos humanos y “justicia social”. La postulante de Juntos por el Perú es una de las más entusiasmadas con cambiar el capítulo económico de la Constitución.
Es cierto que el puntero de la encuesta de IEP apenas pasa el 11 por ciento de aceptación y que Mendoza viene dos puntos detrás. Incluso si analizamos el margen de error para arriba y para abajo, las posiciones podrían cambiar. Se entiende que en medio de esta pandemia haya necesidades y que exista la tendencia a mirar a los populistas que ofrecen todo fácil. Sin embargo, no olvidemos que después de la farra y una vez que estemos en la ruina, habrá que pagar la factura.