“Así como luchamos para tener una soberanía marítima, (debemos) tener una soberanía como recuperar el gas”, fue la enredada frase que se GAStó el presidente Pedro Castillo en la ceremonia por el bicentenario de la Marina de Guerra del Perú frente al mar de Miguel Grau. Y es que así anda el mandatario, GASeoso en sus discursos, en simétrica comparsa con el impresentable expremier Guido Bellido y el dueño del lápiz, Vladimir Cerrón.

Lo que el mandatario todavía no comprende es que está incendiando la pradera con harta GASolina extremista por el mero capricho de una GAStritis expropiadora de Camisea, que puede derivar en un GASto para el país de US$ 30,000 millones, ocasionándole además a la economía una GAStroenteritis coleriforme incontrolable por la fuga de inversión privada y la desconfianza jurídica.

El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, cuya continuidad en el cargo finalmente oficializó el Ejecutivo, mismo GAStroenterólogo, a diario le pone una banda GÁStrica a las finanzas para que el dólar no siga tragándose a nuestro cada vez más anémico sol, sin embargo, todo este esfuerzo se va por un GASoducto dada la incertidumbre política que ojalá la nueva titular de la PCM, Mirtha Vásquez, logre amenguar.

De momento, la expresidenta del Congreso anunció que la instalación de la Asamblea Constituyente no es una prioridad del Gobierno. La bancada de Perú Libre querrá ponerle una GASa en la boca porque está chocando con su sueño dorado, pero también ya es hora de que Castillo Terrones no aguante más pulGAS, dirija lejos de las ráfaGAS comunistas y se aparte de las milonGAS que tienen como padrinos a Maduro y Evo Morales. ¿O es mucho pedir?