GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Podría parecer algo irrelevante, pero el hecho de que Netflix considere al sanguinario cabecilla senderista Abimael Guzmán como un “líder revolucionario”, en la presentación de una de las películas que ofrece a sus clientes, nos muestra cómo el terrorismo y sus aliados han hecho un trabajo “eficiente” para lavarle la cara a este asesino que cumple cadena perpetua.

Es lamentable que esa imagen de “revolucionario” que han querido mostrar del brutal cabecilla de la banda terrorista Sendero Luminoso haya calado tan profundo no solo en el exterior, sino también a nivel interno, especialmente entre muchos jóvenes que consideran a este asesino como un “líder” que hizo una “revolución” para buscar la “igualdad” entre los peruanos.

Sería bueno saber si los despistados de Netflix también van a considerar como “líderes” o “revolucionarios” a hampones de talla mundial como Osama bin Laden, Adolfo Hitler, Pol Pot u otros de esa calaña, quienes no han hecho más que cometer brutales crímenes contra la humanidad que jamás deben ser olvidados ni pasados por agua tibia.

En la guerra de las comunicaciones y las relaciones públicas, el terrorismo lleva la delantera, pues además cuenta con defensores oficiosos que se empeñan en decir acá y afuera que hubo un “conflicto armado interno” y un episodio de “violencia política”, cuando lo que el Perú sufrió fue la asonada de dos bandas criminales contra el Estado y sus ciudadanos, lo que dejó más de 30 mil muertos. ¿Eso es una revolución?

TAGS RELACIONADOS