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Faltan menos de 70 días para que las gestiones municipales y regionales concluyan con su periodo. Varias de ellas están dejando verdaderas bombas de tiempo a las nuevas autoridades que asumirán el cargo el próximo 1 de enero, como es el caso de personal recomendado que llegó a diferentes puestos y que ahora, por esas cuestiones de manejos políticos, adquirieron “estabilidad” para no ser removidos. Es decir, pasaron a engrosar las sacrificadas planillas con el consecuente resultado de afectar otros recursos que estaban previstos para financiar proyectos.

Las gestiones que llegan a gobernar durante cuatro años siempre dejan esta lamentable herencia para las futuras administraciones y es un problema de siempre, sin que se sancione a los titulares de pliego, pues ellos, en gran parte, son cómplices con sus improvisados funcionarios para sacarle la vuelta a la ley.

Por ejemplo, en una comuna distrital de Arequipa la carga laboral de herencia para la gestión entrante es de nada menos que 200 servidores, quienes por cosas o gajes del oficio en las últimas semanas consiguieron su estabilidad en el trabajo, pese a que existen normas expresas y no se respetan, menos se amonesta o sanciona a estos funcionarios encargados de salvaguardar la economía de la institución.

Este aumento de la burocracia en municipios y gobiernos regionales pasa cada cuatro años. Tanto alcaldes como gobernadores que se van deben hacerlo con la gente recomendada que llevaron.

Negligencia que pasa siempre y, lo que es peor, no se sanciona a quienes cumplen labores en el área de personal o recursos humanos. La carga laboral aumenta y eso afecta el normal manejo en cada gestión.