El ppkausismo y el fujimorismo deben mirarse frente a frente. No caben más desencuentros entre las dos fuerzas que concentran los dos poderes del Estado elegidos por voto popular. Lo dijimos en más de una ocasión en esta columna: PPK y KF deben transar por el bien del Perú, anteponiendo sus legítimos intereses en bien de una sana convivencia de aquí al 2021.

Si uno se remonta a la segunda vuelta de 2011, lo que encontrará es un cúmulo de coincidencias entre PPK y KF. Entonces, era la centroderecha peruana contra el “cuco” humalista. En el mitin de cierre de KF, ante un mar de trajes y banderolas naranjas, un entusiasta PPK decía: “Voy a hablar del futuro, pero quiero recordar el pasado. ¿Dónde estaba el Perú hace 21 años? ¡Cortes de luz! ¿Quién acabó con el terrorismo?”.

La masa naranja respondía: ¡Fujimori, Fujimori! PPK retribuía esas vivas con más elogios al expresidente: “Vamos a provincias como lo hizo el papá de Keiko”.

Detrás de PPK, según se ve en un video transmitido en la época por TV Perú, en aquel mitin estaban la propia Keiko junto a Alfredo Ferrero, Rafael Rey, Máximo San Román y otros personajes que, hoy, podrían pertenecer a bandos absolutamente contrarios.

Así, la centroderecha se las juega todas de aquí al 28 de julio. La única salida es el consenso en bien del modelo de la C93. El indulto es el primer paso que debe dar PPK para sellar una alianza que bloqueará cualquier extremismo, de derechas o izquierdas, que se alista para el 2021. Solo así podrá neutralizar a los enanos mentales que proponen salidas como el cierre del Congreso o la vacancia presidencial.