Enfrentamientos con la Policía en Huancayo, toma de la UGEL en Chupaca, bloqueos de avenidas y carreteras en Pasco, Huancavelica y Ayacucho: los maestros han radicalizado sus protestas en el centro del país.

Los reportes del Ministerio de Educación sobre la huelga de docentes en esta zona son muy altos. En estas regiones, más del 90% de profesores acata la medida de fuerza. No en vano aquí se encuentra el apoyo más fuerte al dirigente magisterial Pedro Castillo.

Los gobernadores regionales, quienes debían tomar al toro por las astas, han tenido actitudes timoratas para solucionar este problema.

El más activo ha sido Glodoaldo Álvarez, quien es miembro del Acuerdo Nacional y ha emplazado al Congreso de la República a que modifique el artículo 23 de la Ley de Reforma Magisterial, que define que si un maestro no aprueba las tres evaluaciones, debe ser retirado del magisterio. Álvarez exige que esto se cambie y que el profesional desaprobado no se vaya, sino que se mantenga en su propia escala magisterial.

En tanto, el gobernador de Junín, Ángel Unchupaico, no se ha manifestado ni a favor ni en contra de los docentes. Desde la equidistancia, adopta una postura oportunista, no quiere pelearse con los huelguistas y menos con el Gobierno. Como los profesores representan una comunidad numerosa, y eso significa muchos votos, la autoridad regional, líder de un movimiento regional que participará en las próximas elecciones, no piensa perder más adherentes.

En Ayacucho pasa algo parecido. El gobernador regional Wilfredo Oscorima prefirió viajar a Lima y desentenderse de los reclamos de los profesores. En los últimos meses pasa más tiempo en la capital que en su región.