Llama la atención que el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, que en todo momento menciona al “pueblo” y asegura que todas las decisiones de un eventual gobierno suyo serán consultadas con los peruanos, se niegue a aceptar el planteamiento del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de participar en total en cuatro debates antes de la segunda vuelta.

Si el candidato da tanta importancia al “pueblo” en su discurso, sería muy positivo que se pare frente a él y exponga junto con su candidata a la vicepresidencia Dina Boluarte, y su aún inexistente o al menos desconocido equipo técnico, sus propuestas, a fin de que sean los ciudadanos los que decidan libremente su voto.

El JNE ha propuesta cuatro debates: dos entre los postulantes presidenciales, uno entre los aspirantes a vicepresidentes y un frente a frente entre los equipos técnicos. Esto ya se hizo en la elección pasada y Fuerza Popular está de acuerdo, pero Perú Libre no acepta. ¿Por qué?

Un candidato debe dar explicaciones al país de lo que hará en caso reciba los votos y la confianza para llegar al poder. Debería ser el primero en buscar oportunidades para hacerlo. Es parte de la democracia que nos rige. Sin embargo, Castillo parece preferir lo contrario. ¿Dónde está el respeto al “pueblo”?