El presidente Pedro Castillo ha tratado de tomar el pelo a los peruanos y en la única entrevista que ha dado en su calidad de jefe de Estado, ha preferido hacerse pasar como un “inocente despistado”, antes que admitir sus nexos nada santos con gente vinculada a bandas terroristas y con personajes oscuros como la lobista Karelim López, la que visita Palacio de Gobierno y la casa de Sarratea, y al final hace que sus asesores ganan millones contratos con el Estado.

Resulta ser una burla que en su entrevista al semanario Hildebrandt en sus trece, el mandatario haya dicho que no sabía qué era el Movadef –indudablemente ligado a su sindicato de profesores radicales y que se niegan a la evaluación– ni que sus miembros son la fachada de esa horda de asesinos llamada Sendero Luminoso. Todos hemos visto al actual presidente incluso en Bolivia al lado de rostros visibles de esta agrupación, pero él nos dice que no sabía nada.

El profesor también ha querido que la gente le crea que no tiene nexo con la lobista Karelim López, la que iba a Palacio de Gobierno y al pasaje Sarretea. Incluso el jefe del Estado ha dicho que no sabe cómo es que esta mujer le hizo la fiesta de cumpleaños a su hija en la propia Casa de Pizarro. En otras palabras, nos quiere decir que no se explica cómo es que alguien entró al lugar más seguro del país a hacer una reunión con niños, invitados y una conocida animadora instantánea de televisión.El mandatario ha querido aparecer como un “despistado” antes de admitir sus nexos con terroristas y una lobista que está en serios problemas en el Ministerio Público. Sin embargo, eso no se lo cree ni sus escuderos de Juntos por el Perú ni su aliado César Acuña. Sus palabras y sus aires de “inocente” y de hombre “humilde y de buenas intenciones” son un insulto a la inteligencia. A Palacio de Gobierno no entra ninguna persona, y menos a hacer una fiesta preparada con días de anticipación.

Las respuestas que ha dado Castillo sobre el Movadef y la señora López, son de un cinismo enorme, como lo han sido sus evasivas para expresar una opinión sobre las dictaduras pestilentes de Venezuela y Nicaragua, y sus intentos por sacar adelante una nueva Constitución a como dé lugar, lo que ha ratificado ayer por la mañana vía Twitter. La primera entrevista dada por el mandatario, deja muy en claro qué clase de personaje tenemos en Palacio de Gobierno. Lamentable.