LA JUSTICIA DEL DERECHO INTERNO EN EL CASO DE PAOLO GUERRERO

El “Tigrillo” Navarro es un profesional a carta cabal: dijo con seguridad que “Paolo va” al Mundial de Rusia 2018 y sus firmes declaraciones nos dieron a los peruanos un amanecer realmente desbordante. De hecho, el dictado de mis clases comenzó diferente. Ningún profesor debe abstraerse de la realidad; eso es fundamental para el éxito del desarrollo de su ciencia. El “Tigrillo” es un periodista muy bien informado y, aunque muchos pedían su cabeza, tuve mucha fe en la veracidad de su temprano anuncio. Bien por él y por el periodismo profesional de nuestro país que hoy él -con creces- encarna. No obstante, mi columna no se agota con Carlos Alberto Navarro. No. Observe usted, amigo lector, cuán importante es el derecho interno y con él la potestad jurisdiccional de un Estado. Lo voy a explicar. Luego de que fue confirmada la sentencia por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que aumentó la sanción a Paolo de 6 a 14 meses, y hasta de la apelación casi visceral de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), los iluminados abogados suizos del “Depredador” priorizaron el derecho que es una ciencia y como tal a su lógica que es de aplicación universal. En otras palabras, confiaron en la maravillosa fuerza del derecho nacional o interno que privilegia a la soberanía del Estado por sobre todas las cosas. En efecto, ha sido el Tribunal Federal Suizo, y no una instancia deportiva más de las que pudiera haber en el marco de la FIFA, el que ha tomado una decisión totalmente imperativa y vinculante para las partes: Guerrero y la FIFA más la WADA, tanto que la agencia anunció que no apelará la decisión de la justicia suiza. No lo hará porque no podrá conseguir ningún resultado superior al imperativo jurisdiccional de un Estado como es el caso del tribunal suizo. Sirva el caso de Paolo para que creamos en el derecho nacional o interno, pues últimamente lo ninguneamos creyendo al supranacional la única vía para lograr justicia. Grave error. Paolo completará a nuestra selección, de todos los peruanos, que lo estaba necesitando. Seamos claros.