Lo primero a dejar sentado, luego de la elección parlamentaria extraordinaria de ayer es que –duela a quien le duela– estos comicios fueron legitimados por el Tribunal Constitucional, el ente máximo de la interpretación de las leyes, al declarar infundada la demanda competencial sobre el cierre del Congreso anterior, por lo tanto, los flamantes 130 legisladores tienen todas las credenciales para enfundarse en el cargo y empezar a trabajar.

Luego, habría que reclamarle a Acción Popular (AP), Alianza Para el Progreso (APP), Partido Morado (PM), Podemos Perú (P) y al mismo Fuerza Popular (FP), las agrupaciones políticas que han sumado más representantes, según los primeros resultados, que inmediatamente hagan olvidar al Parlamento anterior, el de los Becerril, Mamani, Yesenia Ponce, Edwin Donayre y demás joyitas que, a decir verdad, era una vergüenza de pensamiento, palabra, obra u omisión.

En sintonía con esta demanda, que deviene de la población votante, el máximo líder del PPC (partido que no pasó la valla), Luis Bedoya Reyes, el querido “Tucán”, puso el firmado del día tras cumplir con sufragar con la alegría y sapiencia que lo caracteriza, pese a que ya no está obligado dados sus casi 101 años: “A los nuevos congresistas hay que llamarles la atención con corrección para que no entren en las payasadas”. Más claro no canta un gallo.

Y es que, como diría el gran César Vallejo, “hay, hermanos, muchísimo que hacer”. Se debe completar las reformas política y electoral, reforzar la institucionalidad; en buena cuenta, cumplir las tareas inherentes a un padre de la Patria: fiscalizar, legislar y honrar el voto de quien los eligió. Si no, habremos cambiado moco por baba y la corrupción estará de plácemes.

TAGS RELACIONADOS