Quienes subestimaron la capacidad estratégica de Vladimir Cerrón y sus organizaciones criminales se estrellaron contra la dura realidad: muy pocos demócratas hemos enfrentado en el campo a la mafia y conocemos su actuar. La realidad es que la mega organización criminal Perú Libre es mucho más fuerte, organizada y poderosa de lo que creían. Por eso, me sorprende ver el desfile diario de precandidatos presidenciales en medios de comunicación que no lograron enfrentar a la mafia y ahora cometen el error de invisibilizarla. Veo en sus caras soberbias y sus palabras tibias todo lo que necesita Cerrón para volver a tomar el poder en el proximo proceso electoral. Siguen repitiendo la estrategia fracasada de hablar desde un set de TV en Lima y no caminar para hacer campaña real.

Por eso, mientras ellos pierden su tiempo en la vanidad y en el ego, nosotros tenemos que hacer la verdadera tarea patriótica de enfrentar a la mafia que viene para robarnos el pais. Hay que decirlo claramente: la mafia sigue viva, nunca la vencimos. La salida de Castillo estaba planificada tal como lo ha señalado Cerrón, para propiciar el violento momento constituyente y conquistar el poder. Nuestra tarea es construir un movimiento ciudadano capaz de llegar a todo el Perú y contrarestar el discurso marxista de las mafias para vencerlas en la arena politica nacional.