La necesidad de un proceso electoral transparente

El gobierno del presidente Martín Vizcarra está obligado a garantizar la neutralidad en las elecciones parlamentarias del 26 de enero, pese a que muchas listas representan posturas muy distintas a las del Ejecutivo.

En una coyuntura de turbulencia política, y tras la disolución del Congreso en medio de un gran olor a inconstitucionalidad, un proceso electoral con denuncias de injerencia gubernamental sería fatal para el país.

No olvidemos que el Jurado Electoral Especial de Lima Centro ha formulado un llamado de atención a la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Gloria Montenegro, por irse de boca en lugar de guardar la mesura que dispone la ley en medio de un proceso electoral. Esto no es una apreciación subjetiva. La advertencia formal existe y está por escrito.

De otro lado, el aún ministro de Cultura, Francisco Petrozzi, más conocido como Francesco Petrozzi, ha sido sorprendido tratando de orientar el canal del Estado a los intereses del Gobierno y quizá también los propios, según ha señalado el destituido presidente de TV Perú y Radio Nacional, Hugo Coya.

Las alertas han sido dadas y sería muy positivo para el país y la democracia que, si el presidente Vizcarra en verdad está dispuesto a conducir un proceso sin el menor cuestionamiento, debería comenzar a hacer un decidido llamado de atención a sus ministros y funcionarios para que no crucen la línea y echen sombras a la elección parlamentaria ya en curso.