La detención de la ciudadana peruana Evelyn Vela en el aeropuerto de Miami, por distribución de dólares falsos en los Estados Unidos, fue una de las noticias que más cobertura tuvo la semana que pasó. Nos guste o no, esa es la cruda y pura realidad. La iqueña de 38 años, madre de dos hijos, cometió un delito, lo admitió y ahora tendrá que pagar lo que determine la justicia norteamericana. Hasta allí se resume la historia que nos interesa y que va más allá del chisme, el exceso y el oportunismo visto a raíz de su captura y traslado a una cárcel de máxima seguridad en Miami. Y es que tan sorprendente, como la historia de su seguimiento por un policía encubierto norteamericano, fue escuchar a una larga lista de opinólogos en televisión comentar sobre su caso, sentenciar, juzgar y dar veredictos al aire con una autoridad moral que sorprende. No hablamos de los noticieros y programas serios que informaron sobre el caso, hablamos de los otros donde el talk show del peor mal gusto revive, ¡Qué fiscales, ni jueces! Allí estaban ellos, con gesto adusto, con rastros de indignación visibles ante el delito cometido por Vela, a quien no dejaban ni un hueso suelto. Un asunto serio, que nos ha tirado por la cara que nuestro país es el primer productor de dólares falsos a nivel mundial, toda esa trágica realidad convertida en un show para la platea. Y valgan verdades, Evelyn Vela, al margen de haber tenido una participación como bailarina en La movida -el programa que Jeanet Barboza condujo en 1988-, tiene muy poca relación con el mundo del espectáculo, ese que reseña la historia y trayectoria de gente ligada al mundo de la música, la actuación, el teatro y la televisión. Será una muy carismática mujer, pero, al margen de su amistad con Melissa Klug, quien tampoco es una artista, se convirtió en una figura mediática, lo cual finalmente le está pasando la factura. Quizá de no haberlo sido, su caso habría tenido nula cobertura en los medios. Vela es integrante de esa fauna televisiva aparecida en los últimos tiempos, donde son convertidas en “figuras” modelos que realmente no lo son, bailarinas que tampoco merecen ese calificativo, organizadores de eventos que terminan siendo opinólogos, y exchicas reality que acceden a los medios por ser generadoras de polémica. Ojalá y la llamada “Reina del Sur”, luego de cumplir su condena regrese y decida apartarse de un ambiente, el de la “farándula” que, muchas veces, se convierte en tu propio verdugo.

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“Por ser una figura mediática, el caso de Evelyn Vela ha tenido gran cobertura”