Todo parece indicar que el país, pese a la crispación política, económica y sanitaria de los últimos meses, ha entrado en una especie de meseta donde todo, incluso el número de contagios y decesos por la COVID-19, se ha estabilizado.

El presidente Francisco Sagasti ha iniciado una ronda de conversaciones con las agrupaciones políticas a fin de lograr el apoyo para sus acciones de Gobierno y que el gabinete, presidido por Violeta Bermúdez, obtenga la confianza en el Pleno del Congreso.

Luego de cada cita, tras la foto de rigor, los actores políticos salieron a decir que apoyarán a la gestión y se otorgarán los votos para que el Consejo de Ministros pueda seguir con sus labores.

Esperamos que esto no solo quede en gestos para la platea y que ahora sí se terminen las pullas entre el Ejecutivo y Legislativo porque los más perjudicados por este enfrentamiento -que nos costó tres presidentes, un Parlamento y varios gabinetes ministeriales- somos los peruanos y peruanas.

No podemos dejar de pensar cómo habría sido la gestión de la pandemia si todo el aparato estatal se hubiera centrado en combatirla sin tener que estar preocupado por el ataque de otro poder del Estado.

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