Estos muchachones del Frente Amplio (FA, por sus siglas los conoceréis) son incorregibles. Después de lanzar los mantras de la “construcción de la ciudadanía” y la “materialización de la felicidad” ahora intentan meternos de contrabando como candidata a una segunda Susana Villarán que aspira a convertirse en la nueva outsider. La criatura fue creada a dedo por los Humala, quienes la sacaron del anonimato, pero ahora se presenta como una candidata virginal que nace a la política sin rastros de su pasado oficialista. Los eternos adolescentes del FA son expertos en reescribir la historia, pues al fin y al cabo idolatran el becerro de oro de la CVR, y harán malabares para hacernos creer que su candidata es una Pasionaria inmaculada que encarna lo mejor de la revolución mundial.

Los muchachones del FA están todos cortados por la misma tijera. De allí que a la nueva Pasionaria se le pueda aplicar estas frases escritas para la suplente Marisa Glave: “Nuestra izquierda, tan parca en alabar a los suyos, tan moderada a la hora de repartir condecoraciones y tan reticente ante las argollas, no ha escatimado piropos tratándose de la joven Glave (ahora Mendoza). ¡Qué manera de elevarla! ¡Solo falta que dancen para ella una coreografía maoísta! ¡Cantemos Flor de Retama! […] Si el gobierno de Villarán ha sido un desastre ello se debe, en gran medida, a la torpeza ejecutiva de las Glaves, las Mendozas y los Zegarras que la rodean. Que la señorita Glave (ahora Sra. Mendoza) sea una buena vocera de los Humala no significa que sepa gobernar. Es más, ha demostrado, como su madrina, la alcaldesa solitaria, una profunda ignorancia sobre la implementación de ciertas políticas públicas. Esa incapacidad solo ha sido superada por un sectarismo digno de comisario bolchevique”.

Pobres muchachones del FA. Así de patético es el largo etcétera de la estupidez.