La última encuesta de GfK permite inferir que la estrategia de Fuerza Popular para lograr que Keiko sea elegida en 2021 está funcionando. Este estudio muestra un pequeño repunte en la aprobación presidencial, que pasa del 19% al 22% gracias al refrescamiento del gabinete. Sin embargo, no es una cifra que muestre el capital político suficiente para hacer frente a los posibles embates del Legislativo. El mismo desgaste ocurre con el Congreso, que cuenta con una aprobación similar a la de PPK (19%). Podemos concluir sin duda alguna que las fricciones entre el Ejecutivo y el Legislativo traen como consecuencia un importante deterioro en la aprobación de ambos poderes del Estado. Lo paradójico es que este enfrentamiento parece no afectar a Keiko, quien mantiene una sólida aprobación de 38%, pese a estar en las agendas de Marcelo Odebrecht, las investigaciones de Joaquín Ramírez, y los continuos roces con su hermano Kenji. Completando el panorama, GfK muestra que el 65% de la población estaría de acuerdo con un eventual cierre del Congreso. Con la data proporcionada, estimamos que el fujimorismo podría conseguir, en la renovación del Congreso, al menos 50 escaños, algunos menos que los actuales, pero se mantendría como la primera fuerza dentro del Congreso; sin embargo, todas las agrupaciones políticas, incluso FP, deberán buscar nuevos rostros, pues el 73% de los electores buscaría votar por una nueva alternativa en una posible elección. Es por esta razón que es posible que los actuales congresistas tensen la soga pero no la rompan, para impedir el cierre del Congreso. Es por tanto válido pensar que FP continuará con el enfrentamiento que mantiene con el Gobierno, deteriorando la aprobación de ambos y complicando la reactivación económica del país, relegada una vez más. Por todo esto, en los próximos años Keiko solo debe enfocarse en mantener sólido su liderazgo en FP y continuar al margen de todo lo que sucede con su bancada dentro del Congreso. El mayor de sus problemas seguirá siendo el eventual indulto a su padre, el que inevitablemente desencadenaría un reacomodo dentro de Fuerza Popular.