GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Hoy se inicia el interrogatorio a Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en el Perú, por representantes del Ministerio Público, y queda claro que esta diligencia, a realizarse en Sao Paulo, coge al Mandatario en lo más bajo de su aceptación por la ciudadanía, la cual supera el 80 por ciento de desaprobación, según la encuesta de GFK publicada el domingo.

En medio de esta coyuntura compleja para el gobernante, su administración y el país entero, es de esperarse que el Ministerio Público esté a la altura del reto y que lo dicho por Barata sea conocido de inmediato por los peruanos a través de canales oficiales, a fin de evitar especulaciones, manoseos y demás situaciones que en nada contribuyen a calmar los vientos en medio de la turbulencia existente por el caso “Lava Jato”.

El país está en vilo no solo por lo que pueda decir Barata sobre exgobernantes y políticos en actividad, sino especialmente por lo relacionado con el jefe de Estado en ejercicio, quien en las últimas semanas no ha mostrado mucho interés en aclarar los indicios que hay en su contra, pese a que debió ser el primero en salir a declarar ante el Congreso y los medios, sin evasivas.

El Presidente está en una situación complicada por lo que pueda suceder en la diligencia que se inicia hoy y por su escasa aceptación ciudadana basada, en gran parte, en las dudas sembradas sobre su honorabilidad y limpieza. El Ministerio Público tiene que actuar con la ley en la mano, pero también mirando a la ciudadanía y al gran interés que existe por lo que podría suceder en el país a nivel político, social y económico.