La p’tite France, brunch a la parisien
La p’tite France, brunch a la parisien

Benditos sean los ingleses por inventar esa rutina hedonista que hoy conocemos como brunch. Su mayor beneficio es que junta entre las últimas horas de la mañana y las primeras de la tarde lo mejor del desayuno y el almuerzo. Pastelería y platos de fondo. Café y cocteles. Sánguches y champán. Todo en una sucesión tan libre como entretenida de placeres de distinto tipo y envergadura. Los historiadores de la comida coinciden en que la invención tuvo lugar a fines del siglo XIX, pero no se ponen de acuerdo en cómo. Todo indica que fue algún protestante -seguramente con resaca-, quien prefirió retrasar las viandas ligeras previas a la misa hasta poco antes del mediodía, con el fin de dormir hasta tarde, calentar el cuerpo y el alma, y con ello honrar a Dios haciendo nada en el día de guardar.

Si la práctica vino de Europa, fueron pragmáticos norteamericanos quienes les pusieron el nombre, una veloz contracción entre breakfast y lunch, vocablos que se emplean en inglés para designar al desayuno y al almuerzo. También fueron quienes llevaron sus preceptos al límite, convirtiéndolo en una suerte de buffet que se expandió por el mundo gracias a la entronización como centros sociales de restaurantes y bares de las grandes cadenas de hoteles.

La práctica se mantiene con algunos ajustes hasta hoy en Lima, pero viene renovándose en su formato, estilo y oferta con tanta velocidad que la palabrita -dígala en voz alta, brunch es pegajosa como la última canción de Rihanna- parece haberse puesto de moda: a la oferta de desayunos de los barrios más gastronómicos de la ciudad -San Isidro, Miraflores y Barranco- recientemente se han sumado varias propuestas. La de Molle incluye canónicas tostadas francesas con miel silvestre al lado de mixtos con jamón de Osso. La de Café A. Bistró ofrece sánguches de ricota de queso y pan hechos en casa. Del otro lado de la Vía Expresa, la historia parece ser otra, salvo por una excepción. La excelente panadería La p’tite France acaba de abrir local en el Hotel & Spa Golf Los Incas con una promocionada propuesta de brunch para los fines de semana en dos menús fijos: el parisino de S/40 y el parisino deluxe de S/70. Uno de nosotros pidió el deluxe; y otro ordenó a la carta.

La experiencia del deluxe no es mala. Indudablemente ofrece más de lo que se paga, sobre todo si se considera que la calidad del pan es inobjetable, pero resulta aburrida y reiterativa. Empieza con una cava, un jugo y un café. Siguen un croissant, una cesta de panes con mermeladas y untables de distinto tipo y unos huevos revueltos con más pan. Luego, otra vez pan, esta vez bajo la forma de tartine, y como cierre una degustación de postres. Es claro que este es el mejor croissant de la ciudad y que hay interés en presentar un producto excepcional, pero ¿cuánto pan puedes comer antes de pensar que la vida es gris? En el caso del brunch parisino regular, el camino es diferente, pero no en ese aspecto. Un detalle más: parte de lo divertido del brunch es la posibilidad de pedir diferentes cosas, de elegir con libertad entre un abanico de opciones idealmente infinito. Aquí se opta por uno de dos caminos y precios, con apenas mínimas variaciones. ¿Y si nos revelamos y optamos por armar nuestro brunch según lo que ya se encuentra en la carta?

Aquí va la orden, pero que conste que pedimos el sánguche más caro: dos expressos (S/5.5 cada uno), dos copas de cava (S/22), una tabla mixta de pastel de jamón con bechamel, papas con crema y quiche de cebolla (S/25), un sánguche de pato con peras, queso de cabra y pecana (S/28) y un delicioso babá de pisco (S/15). ¿Cuenta total? S/123 para dos personas que pagamos menos, disfrutamos más y comimos excelente.

Más allá de los desayunos, la apertura de La petite France en Surco es una noticia que debe alegrar a los vecinos no solo porque coloca en su radar una de las mejores panaderías de la ciudad, sino porque, a diferencia de lo que suele ocurrir con las cadenas que pueblan los barrios residenciales, hay un cuidado mayor por la calidad de los ingredientes.

La p’tite France

Hotel Golf Los Incas, Cerros de Camacho 500, Surco. Teléfono: 709-0000 (anexo 230). Abierto de 5 a.m. a 11 p.m. Brunch solo sábados y domingos de 10 a.m. a 4 p.m.