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Si el Poder Judicial afirma que tuvo que soltar a los principales sospechosos de la quema de un patrullero en el Centro de Lima por “falta de pruebas”, el domingo último un programa dominical ha mostrado imágenes con los rostros de los vándalos que cometieron ese delito, por lo que es de esperarse que en pocas horas esos elementos, hombres y mujeres, se encuentren detenidos.

El programa Punto Final ha identificado a algunos de los delincuentes que actuaron en contra del vehículo policial, en una acción brutal que algunos iluminados han salido a pasar por agua tibia al afirmar que se trató de una acción premeditada para bajarle la llanta a una protesta contra el Congreso, manejado por el fujimorismo.

Lo cierto es que, “infiltrados” o no, terroristas o no, quienes hayan sido tienen que responder ante la justicia, y más aún si algunos de los responsables ya han sido plenamente identificados

¿Qué más necesitan las autoridades para actuar con la ley en la mano?

La democracia y la legalidad no pueden ser pasadas por encima por un grupo de vándalos, mientras los encargados de administrar justicia se pierden en los códigos, los procesos, los trámites y el “debido proceso”, al tiempo que dejan a la ciudadanía en el desamparo. Lo vemos a diario en casos de delincuencia común y hasta de violaciones a mujeres.

Señores fiscales y jueces, ya tienen identificados a los vándalos del patrullero, ¡hagan su trabajo!